¿Por qué la gente ama las papas fritas?

La historia de las papas a la francesa

Este delicioso platillo, recibe el nombre de papas a la francesa por el lugar en que se prepararon por primera vez: Pont Neuf, París. De ahí su autoría francesa. Aunque hay algunos que difieren sobre este origen, atribuyéndolo a Bélgica. Lo cierto es que sólo en la primera se considera una comida típica.

Las papas tienen una historia oscura en sus inicios, porque era visto como tubérculo peligroso, perjudicial para la salud. Entre las enfermedades que le adjudicaban está la lepra y las escrófulas.

Durante esa época la papa solo se usaba para alimentar a los animales y a los indigentes. Hasta que Antoine Augustin de Parmentier descubrió el valor nutritivo de este tubérculo. 

Este descubrimiento sobre la importancia de la papa como un complemento de la alimentación humana en caso de escasez -un problema muy importante de resolver en una época de guerra, sequías y enfermedad- las puso en la cima.

Fue utilizada como alimento fundamental bélico. De ahí que su popularidad se haya propagado por todos los rincones del continente. Por ejemplo, Bélgica, es su principal consumidor.



La gastronomía belga está muy influenciada por la francesa, pero en definitiva las papas fritas son las que más han abrazado como propias, incluso hay un museo como homenaje, el Frietmuseum.

El secreto de la atracción

Seguramente creerás que el factor principal de atracción de las papas fritas es su sabor y su textura crujiente al ser degustadas. Pues no lo es. La ciencia ha demostrado que es el aroma que desprenden su principal atractivo.

Así es, una investigación que realizó la Universidad de Leeds, en Londres, arrojó que el aroma desprendido de las papas fritas es mucho más complejo que el de una simple fritura.

El aroma que desprende se asemeja a una mezcla de jarabe de caramelo, cacao, queso, cebolla y hasta flores. Y el secreto está en cómo son freídas. Se ha demostrado que, al ser freídas dos veces, su aroma se vuelva mucho más complejo.

A la hora de hacer papas a la francesa, es preciso tomar en cuenta tener los instrumentos adecuados para freír bien las papas, también se debe contar con el aceite en temperatura ideal, para que sus papas queden al punto. 

Datos curiosos sobre las papas a la francesa

Las papas fritas son reconocidas como un patrimonio integral de la cultura nacional, en la región de Flandes a partir del 2014.

En Bélgica, comer papas fritas es parte de la cultura, es muy común encontrarse con un fritkot, pequeños locales de comida rápida, donde este platillo es la especialidad. 

El 95% de la población belga visita estos locales, esto equivale a cinco mil veces más de lo que se visita un Mc Donald´s en Estados Unidos.

Y como otro atractivo, está la grasa, este elemento es una de las razones por las que preferimos comer este alimento, lo confirma el Programa de Nutrición Humana del School of Public Health de la Universidad de Michigan.



Al probarlas, nuestras papilas gustativas captan una gama de sabores incomparable, por lo que desde el 2015 se le reconoce un sabor propio que ha pasado a formar parte de los cinco básicos.

Los ácidos grasos a bajas concentraciones, presentes en las papas a la francesa, son el elemento que le da su atractivo especial. El olor tan característico desprendido de la grasa, da como resultado ese aroma que atrae, además de que provoca una sensación de satisfacción del apetito.

Ahora ya conoces la historia de las papas a la francesa, el porqué de su nombre, sus orígenes, y cómo su presencia ha marcado algunas regiones del mundo, pero lo más importante es que ahora sabes el secreto detrás de su atractivo: el aroma.

Para lograr obtener este particular y delicioso olor, se debe tener el concentrado perfecto de ácidos grasos y esto solo se obtiene teniendo los instrumentos ideales, como las freidoras para alcanzar las temperaturas adecuadas. Y a ti ¿ya se te antojaron unas papas fritas?