Estos son los distintos tipos de corrosión del acero inoxidable
Saul Castillo • 29 de julio de 2019
La resistencia del acero inoxidable es indiscutible, pero si no se le cuida puede sufrir algunos tipos de corrosión; en MetalBoss te informamos cuáles son para que los evites.

Si hay un material noble para tu hogar o industria es el acero inoxidable, pues su bajo contenido de carbono hace que se comporte muy bien ante la corrosión; igualmente resiste temperaturas de hasta 300 grados centígrados sin dificultad, y si se estabiliza con titanio, supera las más altas temperaturas. Por si fuera poco, resiste la humedad, los ácidos alimenticios, el agua y el vapor de agua.
Esta aleación casi indestructible hecha de acero, cromo y níquel, como elementos esenciales, admite refuerzos con otros metales, tales como molibdeno o titanio para aumentar su resistencia; sin embargo, puede sufrir óxido si no se le da el trato adecuado. En esos casos, lo que ocurre es que se rompe la llamada capa de pasivación; es decir, una reacción química que se genera cuando el contenido en cromo del acero, en combinación con el oxígeno del aire o del agua, forma una fina capa que repele todas las sustancias agresivas. Es tan sorprendente este material que, en la mayoría de los casos, la capa de pasivación vuelve a formarse enseguida cuando es dañada por influencias externas.
Corrosión por contacto
Este tipo de corrosión es frecuente y ocurre, principalmente, cuando se combinan bridas de acero con las de acero inoxidable, o cuando se atornillan bridas de función con tornillos de acero inoxidable. La explicación científica de este problema es que, cuando materiales metálicos con diferentes potenciales entran en contacto en presencia de un electrolito, el metal menos noble es atacado por los electrolitos y se disuelve.
Corrosión por fisuras
La capa de pasivación del acero inoxidable puede romperse cuando falta oxígeno, que es esencial para que el cromo cumpla su función protectora. La corrosión por fisuras aparece frecuentemente en pequeñas áreas huecas y fisuras estrechas ubicadas bajo las cabezas de tornillos o bajo las juntas. También suele ocurrir cuando hay presencia de gases de fermentación que generan una total falta de oxígeno.
Corrosión intercristalina
El efecto de pasivación también se pierde cuando se separa carburo de cromo en los bordes del grano de la aleación del acero inoxidable. En consecuencia, la zona contigua al sitio donde se produjo la separación se empobrece en cromo y queda desprotegida. No obstante, los avances en la creación de aleaciones más fuertes de acero inoxidable han permitido que algunos materiales sean resistentes a la corrosión intercristalina.
Corrosión por picaduras
Cuando la capa de pasivación se rompe sólo en puntos concretos aparecen pequeños hoyos en la superficie y esto es lo que se conoce como picaduras. Estas son producidas, principalmente, por la presencia de iones halógenos, sobre todo los de cloro, por eso debes evitar a toda costa los limpiadores que lo contienen. La corrosión por picaduras puede aparecer de forma más intensa sobre todo en zonas con agua y aguas residuales, ya que es donde suele haber más iones de cloro y cloruro.
Consulta a expertos
La resistencia del acero a la corrosión depende de que la superficie esté lisa y homogénea; si en su procesamiento se mezclan, por accidente, partículas de polvo o herrumbre, puede aparecer la corrosión y, peor, aún, extenderse hacia otras zonas de la lámina que fue trabajada. En ese caso, nuestros expertos de MetalBoss están capacitados para atender la situación y plantear varias soluciones para ti.